No costó ningún trabajo convencer al grupo de las posibilidades escultóricas de una botella de plástico transparente.
Son artistas sin quererlo.
Confían en una idea y la llevan a la práctica sin tener la típica ansiedad de querer hacer obras bonitas para otros. La naturaleza efímera del material nos ayudó a disfrutar del trabajo de manera despreocupada.
Recojimos y trabajamos el plástico pensando en figuras de Belen, solo como pretexto para desarrollar nuestra creatividad y la del alumnado.
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